King Kong skull island: El destino de la pasión.

Si hay algo que me llama la atención del cine, son los remakes, cosa muy común en estos días. Esta atracción se debe e parte, por saber cómo los y las nuevas realizadoras abordarán un tema que ya tiene sus propias realgas, cómo lo comprenderán y de qué manera se las arreglan para sorprender. 

Afortunadamente, la saga de King Kong tiene mucho de esto, asi que me he interesado por ir viéndolas, notar la evolución y los desafíos que se den sortear. Esta entrega en especial me dejó con una sensación que me dejó pensando varios días. ¿Qué fue lo que me emocionó tanto de esta entrega?

Lo primero que noté, es la entada de Peterson Packard interpretado por el siempre carismático Samuel L Jackson, el cual es un general que vive el finde la guerra de Vietnam, que en sus propias palabras, EEUU no perdió, sino que decidió dejar.

Peterson es un espartano que se ha quedado con su lanza y su escudo que no a probado el gusto de la victoria, en una retirada que no entiende, llevándolo a que se pregunte "todo esto para que" mientras mira sus medallas reconocimientos.

Y ya para no narrar todos los acontecimientos, puedo decir que esta película, a diferencia de las demás, donde todo gira entorno al Rey Gorila, a la aventura peligrosa o la fantasia de las maravillas ocultas, Esta trata de dos monstruos que se encuentran, como lo diría el Joker de Heath Ledger.

Está claro, que sin la presencia de esta profunda y filosófica rivalidad, el argumento carece de propósito y no existirán un conflicto que permitirá el desarrollo de la trama. Por su imparable fuerza de voluntad entran a la isla, y este no se convierte en un gran problema hasta que éste decide quedarse a derrotar aquel objeto inamovible. 

Aquel momento de las miradas, con llamar de destrucción que parece ser parte de un mundo donde sólo Kong y Peterson pertenecen, se nos descubre la intimidad de ambos, un profundo reconocimiento, una declaración de poder, es donde nos dejan en claro, quienes son los protagonistas, sus motivaciones y razón de las decisiones que tomarán a continuación. 

Por lo tanto, y para mi modo de entender las películas, esta es una película donde chocan dos planetas, la de un soldado profundamente apasionado por su rol, que vive para superar los obstáculos y colocar la bandera de la opresión que significa tan aplastante victoria. La de un ser único, que reina con total e irrevocable poder, paro que a su vez respeta los espacios y se permita portar el manto del protector. 

Cuando me expongo a esta historia, y permito que la historia me narre los hechos desde ese punto de vista, mi corazón siente el peligro calor de las llamar que envuelven estas dos miradas y a pesar del peligro no puede evitar quedarse hasta el desenlace, a pesar de lo ilógico que le pueda parecer  a cualquiera. 

Honor y Gloria.